(FDP) Luca Arrechavaleta

Nombre: Luca
Apellido: Arrechavaleta
Edad: 22 años
Orientación sexual: Heterosexual

Luca nació en La Plata, Argentina, una ciudad conocida por su historia, su arquitectura y su vida universitaria. Creció en una familia de clase media que valoraba tanto la educación como la independencia personal. Desde pequeño, estuvo muy ligado a la cultura local y siempre sintió una profunda conexión con su ciudad natal. La cercanía con Buenos Aires le permitió tener acceso a una gran cantidad de actividades culturales, algo que marcó su vida.

Es un joven de complexión atlética, con una estatura de 1,80 metros. Tiene el cabello corto y oscuro, generalmente despeinado, y sus ojos son de un marrón claro, algo que muchas veces genera curiosidad en quienes lo conocen. Su piel es de tono intermedio, ligeramente bronceada por su afición al fútbol y las caminatas al aire libre. Tiene una cicatriz en la mano izquierda debido a un accidente cuando era niño, algo que siempre le recuerda la fragilidad de la vida. Es introvertido por naturaleza, aunque se ha ido abriendo con el tiempo. Tiene una mente analítica, lo que le permite entender rápidamente las situaciones y actuar en consecuencia. A pesar de su juventud, es muy maduro para su edad y prefiere la tranquilidad de estar con un grupo reducido de amigos en lugar de ser el centro de atención. En situaciones de estrés, tiende a ser muy reflexivo, lo que a veces puede hacerlo parecer distante o frío, aunque no es así en lo más profundo de su ser.

La infancia de Luca estuvo marcada por una familia estable, aunque no exenta de dificultades. Su padre trabajaba como arquitecto y su madre era profesora de historia. Ambos padres siempre fomentaron en él una fuerte ética de trabajo, pero también una necesidad de explorar más allá de los límites de la educación formal. Desde pequeño, Luca mostró un gran interés por los deportes, especialmente el fútbol, y aunque nunca fue un prodigio, siempre se destacó por su dedicación.
Durante su adolescencia, se sintió un poco desconectado de los demás chicos de su edad. Prefirió pasar más tiempo en su casa leyendo libros sobre filosofía y ciencia, lo que generó ciertos conflictos con sus compañeros de colegio. A pesar de ser un buen estudiante, siempre tuvo la sensación de ser incomprendido. A esta etapa de su vida la recuerda con melancolía, ya que fue cuando más dudas sobre su futuro comenzaron a surgir, aunque nunca dejó que eso lo frenara.

Actualmente, está trabajando como repartidor de pizzeria mientras mantiene sus estudios universitarios. Está en una relación estable con una chica llamada Valentina, con quien comparte muchos intereses, aunque su relación ha pasado por varios altibajos debido a las diferencias de personalidad entre ambos. La relación con Valentina es, en gran medida, el motor que lo hace salir de su zona de confort y enfrentarse a situaciones sociales más complejas.
Tiene una relación algo distante con su padre, quien siempre ha sido muy exigente con él. La figura de su padre representa una presión constante para Luca, quien a menudo siente que está caminando en su sombra. A pesar de esto, Luca también siente admiración por él, y la necesidad de cumplir con sus expectativas es uno de los motores que lo impulsa a seguir adelante, aunque a veces le cause angustia.
Su madre, por otro lado, tiene un enfoque más relajado sobre la vida y a menudo le ofrece consejos sobre la importancia de ser fiel a uno mismo. Aunque Luca valora mucho la opinión de su madre, no siempre puede evitar la influencia de su padre, lo que genera un conflicto interno.
Un giro inesperado en su vida podría venir de su hermana, Celeste, quien se ha mudado a Buenos Aires para estudiar arte. Aunque la relación entre ellos no es tan cercana, Celeste le ha mostrado otra perspectiva de la vida, y Luca ha comenzado a cuestionar si su camino es el que realmente desea seguir o si está simplemente cumpliendo las expectativas ajenas.