[ Ficha De Personaje ] Liam Fernández.

Liam  pasó su adolescencia como un estudiante ejemplar en la escuela secundaria, además de ser un buen jugador en su escuela que era la reconocida Olympia High School. Un día regresando a su casa junto a su vecino Cade Cunningham Liam se entero que los padres habían sido enviados a capturar a la Familia Gambino. Liam al llegar a su casa un poco asustado sabiendo que ese grupo criminal era peligroso se queda tranquilo pensando que sus padres iban a regresar. La pérdida que experimentaba por la ausencia de sus padres, se esforzaba por mantenerse fuerte y enfocado en sus estudios. Era un joven serio y dedicado, con una mente aguda y curiosa que siempre estaba buscando aprender más. La tragedia que cambiaría su vida para siempre comenzó en una noche oscura y tormentosa. Liam estaba en su casa casa, esperando ansiosamente el regreso de sus padres, cuando recibió una llamada telefónica que lo sumió en el horror. Del otro lado de la línea, un oficial de policía le informó que sus padres, Emily y Diego, habían sido secuestrados por la infame familia Gambino. La policía explicó que Emily y Diego habían sido secuestrados mientras llevaban a cabo una operación encubierta para desmantelar una red de tráfico de drogas dirigida por los Gambino. Los criminales los habían emboscado en un almacén abandonado en las afueras de la ciudad, donde fueron brutalmente torturados durante semanas. La tortura infligida a Emily y Diego fue una pesadilla viviente. Los Gambino los sometieron a una serie de horrores inimaginables en un intento de extraer información sobre las actividades encubiertas de la policía. Los detalles son tan espeluznantes que apenas pueden ser mencionados sin provocar escalofríos. Los criminales comenzaron con golpizas brutales, golpeando a Emily y Diego repetidamente con palos y cadenas hasta que estaban irreconocibles. Luego, pasaron a métodos más sádicos de tortura, como quemarlos con cigarrillos y electrocutarlos con cables conectados a una batería improvisada. La privación de sueño se convirtió en una táctica común, con los criminales manteniendo a Emily y Diego despiertos durante días seguidos con luces brillantes y ruidos ensordecedores. Sin embargo, lo peor estaba por venir. Los Gambino emplearon tácticas psicológicas diseñadas para romper la voluntad de sus víctimas. Amenazaron con hacer daño a Liam si Emily y Diego no cooperaban, sembrando el miedo y la desesperación en sus corazones. Además, jugaron con su sentido de la esperanza, haciéndoles creer que serían liberados si revelaban la información que buscaban, solo para traicionar esa confianza una y otra vez. A medida que pasaban los días, Emily y Diego se sumían cada vez más en un estado de desesperación y desesperanza. Sus cuerpos estaban marcados por las heridas y cicatrices de la tortura, pero era el daño emocional lo que les afectaba más profundamente. Se sentían impotentes y aislados, sin esperanza de escapar de sus captores y sin saber si volverían a ver a su amado hijo. Finalmente, la tortura llegó a su trágico fin cuando los Gambino decidieron que ya no necesitaban a Emily y Diego. Los abandonaron en un callejón oscuro en las afueras de la ciudad, dejando sus cuerpos mutilados y destrozados como un recordatorio grotesco de la crueldad que eran capaces de infligir. La noticia de la tortura y el secuestro de sus padres dejó a Liam en estado de shock y desesperación. La idea de que sus seres queridos estuvieran sufriendo tanto horror a manos de los despiadados criminales era demasiado para soportar. Se sentía impotente y desesperado por hacer algo para ayudar, pero no sabía por dónde empezar. Fue solo después de días de agonía y angustia que Liam finalmente recibió noticias sobre el destino de sus padres. La policía encontró sus cuerpos sin vida, abandonados en un callejón oscuro en las afueras de la ciudad. La pérdida fue devastadora, dejando a Liam con un vacío insondable en el corazón y una ira ardiente que lo consumía por dentro. A medida que procesaba la terrible verdad sobre la muerte de sus padres, Liam se juró a sí mismo que haría todo lo posible para llevar a los responsables ante la justicia. La determinación de vengar a sus padres se arraigó profundamente en su alma, impulsándolo a buscar una manera de hacer justicia en su nombre.